En Alto de Pioz, creemos que el vino nace mucho antes de la vendimia. Nace en el suelo, en el clima, y en la historia de cada parcela que trabajamos con mimo. Por eso, nuestras fincas no son solo terrenos: son la base de todo lo que hacemos.

El corazón de Alto de Pioz está en la tierra.

Pioz

origen, conexión con el terroir

Ubicado a 886 metros sobre el nivel del mar y a solo 60 km de Madrid, Pioz es el escenario de nuestro proyecto, donde tradición y modernidad se encuentran para dar vida a vinos con identidad propia. Su clima continental extremo, con inviernos fríos y veranos cálidos, junto a suelos pobres y bien drenados, crea las condiciones perfectas para el cultivo de la vid, permitiendo que nuestras hectáreas de viñedo expresen el carácter único de este terroir.

Este rincón del páramo alcarreño se convierte en el enclave de nuestra casa agrícola y bodega enfocadas en el respeto por la tierra, la sostenibilidad y la autenticidad del vino. Nuestro compromiso con la calidad y el entorno se refleja en cada botella, ofreciendo a quienes nos visitan una experiencia que va más allá de la cata: una conexión con la naturaleza, la historia y la pasión por el vino.

Mondejar

Historia, identidad, excelencia

Nuestra búsqueda de autenticidad nos ha llevado a Mondejar, cuna de viñedos centenarios que representan un verdadero patrimonio vitivinícola. Algunas de estas cepas, con más de 90 años de historia, son la base de nuestros vinos más exclusivos, reflejando el alma de una región clave en la tradición española.

Nuestro compromiso con la viña vieja va más allá de la producción. A través de un programa de compra, recuperación y mantenimiento, protegemos y preservamos estos viñedos únicos, garantizando su continuidad para las generaciones futuras. Con un enfoque basado en el respeto y la sostenibilidad, elaboramos vinos de gran finura y expresión, donde cada botella cuenta la historia de una tierra y de sus raíces más profundas.

Las variedades que cultivamos en Pioz y Mondejar son el reflejo de nuestro compromiso con la autenticidad y la excelencia. En Pioz, nuestras viñas crecen adaptándose al clima continental, con grandes contrastes térmicos que favorecen una maduración equilibrada y una expresión fresca y vibrante en los vinos.

En Mondejar, trabajamos con viñedos viejos, algunos de más de 90 años, que ofrecen uvas de gran concentración y complejidad, dando vida a nuestros vinos más exclusivos.

  • Tempranillo / Cencibel

    es la variedad estrella de las uvas tintas españolas. Una uva negra rojiza, aromática y fina que se presenta en un racimo alargado, grande de forma cónica y bien prieta y que nos grades vinos equilibrados y con taninos finos y suaves.

  • Malvar

    Variedad blanca autóctona, casi en desaparición. Propia de La Alcarria. Con gran potencial para la crianza y fermentación en barrica para producir vinos frescos y minerales de excelente acidez y un gran paso por boca.

  • Cabernet Sauvignon

    Producto del cruce entre la Cabernet Franc y la Sauvignon Blanc. Es una variedad que se adapta a una gran variedad de suelos, climas y latitudes. Nos da vinos de tono rojo intenso, con aromas frutales, florales y herbales, aromas que se vuelven más complejos con la crianza en barrica.

  • Suelos

    La Alcarria es un paisaje de Encinares en suelo seco y subhúmedo carbonatado, alcornocales en suelo subhúmedo silicatado, y bosques caducifolios en suelos húmedos y vaguadas, con una combinación de suelos rojos sobre sedimentos limoarcillosos y suelos pardocalizos sobre magras, areniscas y conglomerados. Esta diversidad edafológica contribuye a la riqueza, complejidad y finura de nuestros vinos.

  • Clima

    El clima mesomediterráneo de la zona, con veranos cortos y cálidos e inviernos largos y fríos, se caracteriza por baja humedad y escasas precipitaciones (alrededor de 500 mm anuales). Gracias a estas condiciones, junto a suelos bien drenados y un buen régimen de vientos, podemos practicar una viticultura sana, con perfecto estado sanitario y sin necesidad de tratamientos químicos.

  • Viticultura

    Trabajamos con un compromiso profundo hacia la tierra. Nuestra viticultura es 100% ecológica, certificada por el organismo CAAE, y basada en prácticas que respetan los ritmos naturales del viñedo.

    Realizamos poda de respeto, que busca equilibrar la vid sin forzarla, favoreciendo su longevidad y salud. Creemos que el mejor vino empieza en un suelo vivo y cuidado.

Cada parcela es cuidada de manera individual, respetando su carácter y potenciando su singularidad. Priorizamos técnicas sostenibles que fomentan la vida en el suelo y fortalecen la vid de forma natural, permitiendo que cada uva llegue a la bodega en su mejor momento. Nuestro trabajo en el campo es meticuloso y manual, desde la poda hasta la vendimia, asegurando que cada racimo exprese la pureza de su origen.

Alto de Pioz es la suma de estos detalles: un equilibrio entre tradición y precisión, donde la tierra y la vid son las protagonistas.